Sagunto

Las playas de Sagunto y la ciudad de Sagunto constituyen el ejemplo más claro de apertura al Mediterráneo en todos los sentidos. Su castillo, en un cerro amurallado que se alza a unos 172 metros de altura, domina lo que fue un núcleo portuario denominado Grau Vell que ha rendido importantes descubrimientos al patrimonio cultural de Saguntum: una torre de vigilancia que dominaba el castillo y todo el golfo de Valencia, hasta Dénia, y cómo no, ánforas, monedas, una escultura de Mercurio de bronce, inscripciones sobre caliza… y tantos y tantos tesoros culturales. Su teatro romano, construido en el siglo I, fue declarado Monumento Nacional y, alberga un festival de verano de renombre. El teatro conserva una contundente sonoridad que lo hace único. La plaza Mayor está porticada y da paso al barrio de la judería y al castillo. Y el Alto Horno Nº 2, hoy Patrimonio Histórico- Industrial, reconvertido en Museo Industrial de Puerto de Sagunto tras un proceso de recuperación. Los restos del muro del templo de Diana y la puerta del circo romano completan el rico patrimonio de una ciudad abierta al mar y cuya posición privilegiada, junto a una vía terrestre que ya en tiempos de Roma recorría la fachada mediterránea peninsular, le abrieron un puesto en la historia y la hacen merecedora de una visita cultural, además de recorrer sus largas y bien conservadas playas.

Playas de Sagunto

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