Las playas de Alboraya tienen un paisaje singular, fruto de siglos de convivencia armónica y sabia transformación, se han visto en tiempos recientes amenazadas y es un recurso natural fundamental y extremadamente productivo, en la periferia de una gran ciudad como Valencia. La ciudad mira de reojo la hermosa huerta, pues sabe que, como en las canciones de amor, no puede vivir sin ella... En su tramo costero encontramos lo que parece una población pesquera: Port-Saplaya, un conjunto residencial de apartamentos que rodean una intrincada marina donde descansan centenares de embarcaciones. Un sitio ideal para los amantes de la vela y deportes náuticos donde el sueño de muchos se ha hecho realidad: salir de una casa al borde del pantalán y subirse a bordo de una embarcación para surcar el Mediterráneo.

Playas de Alboraya

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