Las playas de Alicante, por su calidad y sus aguas, no tienen paragón. La ciudad es uno de esos sitios únicos 58 - 59 donde todavía se puede vivir sin los agobios de las grandes ciudades, pero con todos los servicios propios de éstas. La población vive volcada por completo hacia el mar con un gran puerto deportivo y una amplia marina que ha sabido integrar el ocio y los servicios de manera muy equilibrada. De forma singular y como embrión de lo que es hoy la ciudad podemos visitar en Alicante los restos de la ciudad ibero-romana de Lucentum o su fantástico Museo Arqueológico con las últimas tecnologías puestas al servicio de la educación y divulgación. Y, cómo no, la Ciudad de la Luz, uno de los estudios cinematográficos más modernos y especializados de Europa, de donde salen producciones que serán vistas en todo el mundo, llevando de paso el nombre de la ciudad con ellas. Siguiendo la estela de Valencia, la ciudad comienza a organizar eventos náuticos de calado internacional, como la salida Volvo Ocean Race. Para los aficionados al golf existen excelentes campos muy cercanos a la ciudad. Si a eso le añadimos el componente humano y la rica gastronomía, el éxito de Alicante está servido. Tampoco le falta a la ciudad un toque pintoresco, la isla de Tabarca, reserva marina y conjunto urbano de singular belleza e historia que no debe perderse. La calidad de sus aguas no tiene parangón y en sus callejas experimentará sin duda un goce singular, alejado de ruidos, tráfico y rodeado de un mar que las gaviotas vigilan desde sus atalayas.

Playas de Alicante

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