Las playas de Dènia configuran el principio del litoral alicantino. Vigilada por la siempre venerable y desafiante cumbre del Montgó, la ciudad  tiene el sabor de una población marinera tradicional, aderezada con los mejores servicios y con el dinamismo de su sector turístico anclado en poderosos atractivos naturales.

Dénia, y su Reserva Marina del cabo de San Antonio, son un paraíso para los buceadores y amantes de los deportes náuticos, al tiempo que un reservorio de los principales ecosistemas marinos del Mediterráneo. Pero Dénia es también una ciudad rica en vida nocturna y, para muchos, la antesala para una fugaz visita a las cercanas islas Pitiusas. 

Su arquitectura singular conserva vestigios de la época árabe en las estrechas callejuelas que rodean el castillo, encaramado a un pequeño promontorio que hace a la ciudad reconocible desde mar adentro. Además, como nos recuerdan numerosas fotos de época en museos y restaurantes, la ciudad dispone de edificios modernistas de los tiempos en los que Dénia era el centro de una actividad económica que modeló el paisaje: el cultivo y comercialización de la pasa.

 

Playas de Dénia

Patrocinan